Queridos amigos y compañeros de la vida y el canto, tenemos el 2010 por delante.
Así como hay en nosotros dos disposiciones esenciales del sentimiento, la alegría y la melancolía, así también la música tiene dos tonalidades generales correspondientes, mayor y menor, sostenido y bemol. ¿No es extraordinario que haya un signo para expresar el dolor, sin ser doloroso físicamente y sin embargo tan expresivo que nadie puede equivocarse?
Por esto puede medirse hasta que profundidad penetra la música en la naturaleza íntima del hombre y de las cosas. ¿No es asombroso que el cambio de un semitono, la introducción de una tercera menor en lugar de una tercera mayor, dé enseguida una sensación inevitable de pena e inquietud, de la cual nos libra inmediatamente el sostenido?
Un abrazo a todos: Vertiente Sur, grupo de canto popular
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